Voluntariado en la Asociación Española Contra el Cáncer

Mostrando como es el voluntariado en la Asociación Española Contra el Cáncer, descrito y contado desde la perspectiva de una voluntaria de Palencia, realizado con todo el amor y cariño.

Me han pedido que haga un comentario sobre el ser voluntario de la AECC en Palencia, pues ahí va:

Llevo doce años de voluntaria visitando enfermos de cáncer, os puedo asegurar que se recibe más Amor del que se dá, las personas al principio son un poco reticentes a recibirte, pues no te conocen de nada, pero enseguida sienten la vibración cálida del afecto, de la cercanía, de la comprensión, de la empatía, sienten que hay alguien que se interesa por ellos y se sienten acompañados, sienten una mano amiga, su soledad interior y su miedo por unos momentos desaparecen, valoran sin medida el trabajo que hacemos, sin ellos saber, que no es un trabajo, si no un acto de Amor hacia nosotros mismos el cual nos colma de felicidad.

Asociación Española Contra el Cáncer de Palencia

La AECC de Palencia, es una Asociación emprendedora, ejemplar, en la que cada persona que trabaja en ella lo hace de forma altruista, sabiendo que en cada enfermo, en cada familiar de ese enfermo necesitan calor humano, atención, cariño y sobre todo Amor.

Todas las actividades están encaminadas a que ellos se sientan útiles, que la vida no se acaba con este bache, que se puede superar, que ellos son los principales protagonistas de sus vidas, que con la ayuda de otras personas suben su autoestima, se sienten valorados y siente ganas de vivir porque no están solos.

Todos juntos formamos una piña en la que todos aprendemos y enseñamos.

Cómo cambia la vida la enfermedad

Cualquier enfermedad y en este caso el cáncer es un toque de atención a nuestras vidas, nos está diciendo algo que no queremos ver o no logramos ver, de ahí el cambio de aptitud que se produce en nuestras vidas, el orden de valores cambia totalmente y aquello que para nosotros era importante y nos iba la vida en ello, ahora no tiene valor alguno, comenzamos a valorarnos a nosotros mismos, a vivir nuestra propia vida no la de los demás, a saber que importante es cuidarnos y estar bien para poder dar aquello que de otra forma lo dábamos a costa de un gran esfuerzo y consiguientemente a costa de nuestra salud.

Recomendación para ayudar

Para ser voluntario, hay que sentirlo, sentir en lo más profundo de nuestro Ser que queremos compartir con los demás nuestra alegría de vivir, nuestra positividad, la ausencia de miedo y la plenitud de compartir el gran Amor que sentimos por nosotros mismos y por el que está al lado, sin distinción de clase social, raza, religión o cultura , todos somos iguales y sobre todo no juzgar, llevar a cada ser humano un mensaje de que la vida la merecemos vivir felices, sin conflictos ni distorsiones, sabiendo que somos únicos y que nuestro plan de vida está ahí esperando.

Es dar sin esperar a recibir. Si aún no te sientes así, no te lo plantees por ahora, todo llega en su momento.

Amor y Abrazo Eterno

Puede que te interese cómo vive un hombre el parto.