Gastronomía Palentina, la mejor materia prima

Somos muchos palentinos los que presumimos de nuestra gastronomía palentina, y muchos forasteros también los que critican, para bien, la cocina de la provincia de Palencia. Aun así, no contamos con restaurantes que luzcan los grandes reconocimientos gastronómicos que se otorgan en el país, tales como las “Estrellas Michelín” o los “5 tenedores.”

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Gastronomía Palentina, directo al paladar

Patatas rebozadas guisadas, sopa de ajo y jamón, lechazo con toque de sal y al horno, filete al punto, o menestra de verduras. Dicho así, no es nada que llame la atención a un experto culinario, formado en escuelas modernas de gran prestigio nacional, pero bien es cierto que quien prueba la comida típica palentina queda encantado.

Las patatas a la importancia es un plato originario de nuestra provincia que ha sido exportado por el resto de España. Incluso grandes chefs han estropeado la esencia añadiéndole almejas, salsas de tomate o diversos ingredientes que transforman las patatas en acompañamiento. Es un plato principal en el que unas buenas patatas de la Ojeda deberían ser siempre las protagonistas. Un plato que no podría ser transformado en cocina de autor porque perdería la esencia y te quedarías con ganas de más.

De la misma manera que con las patatas a la importancia ocurre con el resto de platos típicos de esta comarca: la mejor materia prima, con un cocinado lento y tradicional -tales como los anteriormente mencionados de forma vulgar, que son la sopa Castellana con tosta y el lechazo Churro en horno de leña, una trabajada menestra de verduras, o ese chuletón de ternera de la montaña Palentina, acompañado como mucho por un pimiento asado de Torquemada-.

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La gastronomía Palentina sin estrellas

Para entender el porqué, de que nuestra gastronomía tradicional Palentina no cuenta con esos grandes reconocimientos, no hace falta más que echar un vistazo a los criterios de evaluación que siguen, veamos los de Michelín.

  1. La selección de los productos.
  2. El dominio de los tiempos de cocción y de los sabores.
  3. La personalidad del cocinero plasmada en el plato.
  4. Relación calidad-precio.
  5. La regularidad y la constancia.

Los puntos 1, 2 y 4, son lo que están controlados en la mayoría de los negocios que ofrecen este tipo de comida típica palentina, pero los otros dos puntos son los que romperían nuestra esencia.  La regularidad y la constancia viene enmarcada en los conceptos de evolución de los platos y la personalización del cocinero cambiaría el plato. Además de todo esto, también marcan como importante el aspecto visual del lugar y el servicio de personal que se da en las mesas, siendo ahí donde que hay que dar un buen tirón de orejas a muchos de los hosteleros tradicionales, porque aunque alguno se salva, predomina la faceta “rural”, con manteles de papel, mobiliario y vajillas anticuadas -en general, poco detallistas a la vista- .

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De cualquier manera, existen localidades con menor diversidad de platos típicos, con productos de menor calidad que aun así gozan de una gran reputación, acompañado de un fuerte turismo gastronómico. Estamos faltos de una buena promoción turística, que debería ser dada por los organismos oficiales y exigida por los hosteleros de la comarca.

Y hasta que todo esto cambie y seamos reconocidos como se merece, lo tengo claro: después de la comida de casa de mi madre, la mejor gastronomía la Palentina.

Carlos A.Rascón

6 pensamientos en “Gastronomía Palentina, la mejor materia prima

  1. Juaco

    Enhorabuena!!!! Ni aposta se puede hacer un artículo tan paleto y pueblerino. Sois vosotros los que espantáis a todo el mundo de esta provincia…

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    1. palenciadiferente Autor

      No entendemos las palabras de tu comentario, no se si has leído el artículo que nuestro amigo nos ha escrito, mostrando un punto de vista sobre la gastronomía palentina, explicando desde su visión las carencias y aciertos en la gastronomía palentina.
      Puedes estar más o menos de acuerdo con ello, pero al punto de llegar a utilizar dos adjetivos de forma despectiva, no lo comprendemos, la verdad, respetamos tu opinión pero no la compartimos.
      Habrá otros que vean la gastronomía palentina desde otro punto de vista, menos tradicional, innovando, planteando modificaciones, pero todo tiene cabida.
      No creo que con ello espantemos a los que se quieren acercar a nuestra tierra, es más no se que experiencias tendrás sobre ella, para dedicar esas palabras, desde nuestro punto de vista, poco acertadas, pero respetables.

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    2. Carlos A. Rascón

      Siento que no haya sido de tu gusto, al fin y al cabo es un artículo de opinión, te invito a que hagas uno y me lo envíes para que también pueda criticar para bien o para mal tus opiniones sobre nuestra gastronomía.
      Que insultar es muy fácil.

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  2. Juaco

    Te comprendo perfectamente, el localismo no entiende de otras palabras que las propias, lo conocido, lo ya oído. Así, mejor no hablar de atraer a nadie y no le echemos culpas a los organismos públicos que, visto lo visto, bastante crudo lo tienen… Desde luego “diferente”…

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  3. Elena Pérez

    No quiero centrarme en la discusión de si tenemos o no estrellas Michelin. Lo que sí puedo decir, con profundo conocimiento de causa, porque soy palentina de adopción, amo esa tierra y hasta tengo una casa en Santervás de la Vega, es que no es fácil comer bien en Palencia. No ha entrado la profesionalidad de los restaurantes con estrella Michelin (aunque hay alguno muy notable) pero sí la cursilería: adornos, mucho aceto de Módena, platos pequeños. Y fuera el cuidado de la materia prima. En sitios preciosos han arruinado la carta (y despreciado el entorno) poniendo el lechazo “soasado”, con el que te sirven a precio de oro un chicle incomible, comprado en un obrador industrial y recalentado. Ni rastro en los sitios normales del chuletón de la montaña. Ni siquiera unas buenas alubias se pueden degustar fácilmente. Creo que antes de pedir promoción a los poderes públicos hay que pedir profesionalidad a los restaurantes. Espléndidos sitios que alguna vez dieron bien de comer se han pasado al precocinado. Quedan excepciones y gente que prepara cosas sencillas o sofisticadas, me da igual, con respeto a la materia prima y al comensal. Ahora mismo se me ocurren dos. Frente a diez que me han tomado el pelo. Si ya ni la menestra es lo que era …

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    1. Valdavies

      Totalmente de acuerdo Elena. En Saldaña, al lado de Santervás hay ganas de hacerlo bien pero no terminan de dar con la tecla. Y eso que precisamente en esa zona el tipo de turismo lo demanda a gritos. Creo que se trata de un problema de falta de formación y evolución de los hosteleros mezclados con una resignación innata y comodidad cerril a partes iguales.

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