Sí, en Palencia también tenemos nieve
La nieve, ese fenómeno meteorológico que cubre con su abundante manto blanco los tejados, parques, valles y montañas dejando vistas y paisajes espectaculares, cada invierno se convierte en un elemento importante con el que cientos de personas han de aprender a convivir e incluso tienen que combatir.
La nieve en Palencia siempre acompaña a su invierno
Por la situación geográfica de la provincia y sus estribaciones montañosas en el norte, la nieve cobra gran protagonismo en varias zonas de Palencia en épocas invernales. En concreto en la Montaña Palentina, cada invierno las comarcas y valles son tomados por el blanco de la nieve. Al comienzo se espera con ganas pues fruto de su deshielo brotarán los frescos torrentes de agua que alimentarán los verdes pastos y supondrán un gran aporte a las reservas de pantanos como el de Compuerto, Aguilar de Campoo, Ruesga o Camporredondo entre otros; pero una vez que se agiganta y sus efectos comienzan a ser negativos comienza a ser un importante factor de amenaza y peligro.
¿Y quién no ha oído la frase: “Ya no nieva como antes”? Antes, imaginamos que refiriéndose a cuando pueblos de montaña quedaban incomunicados durante días e incluso semanas y los vecinos respondían al toque de las campanas para salir a abrir las calles junto a sus vecinos, familiares y amigos. Antes, cuando las reservas de comida fruto de la matanza y la recolecta de siembras y cultivos llenaban los arcones para sustentar a familias sin acceso a comercios o mercados. Antes cuando los medios de transporte y comunicación y las infraestructuras estaban menos desarrollados y por lo tanto eran menos efectivos, y sobre todo antes, cuando los inviernos nos cuentan que eran más duros y las calles se convertían en profundas veredas e incluso túneles que hacían del salir de casa una misión imposible y convertían la lumbre y el puchero caliente en nuestros mejores aliados.
No es noticia que en Palencia nieve, o ¡¿sí?!
En la actualidad quizá no nieve como antes, no, pero el fenómeno blanco sigue dejando las poblaciones más alejadas y de alta montaña sin comunicación y se convierte en una escena habitual ver imágenes de pueblos como Velilla del Rio Carrión o Cervera de Pisuerga en los principales informativos gracias a las dificultades que la nieve ha causado a las personas en el transcurso de su día a día, en sus desplazamientos, o en la asistencia al colegio o el trabajo y los desperfectos que consigue causar –sobre todo cuando se acumula en exceso- en las infraestructuras, mobiliario público, automóviles o viviendas.
Febrero de 2015 será recordado por la gran nevada que se ha producido y su transcendencia a los medios de comunicación, por los problemas que ha causado a diferentes poblaciones, completamente aislados, días sin luz, vehículos bloqueados en carreteras principales durante horas, volcándose todos los medios disponibles (militares, policía, vecinos, …), para volver a una relativa normalidad.
Seguro que estas nevadas nos pillan menos preparados que antes, ya que ahora estamos acostumbrados a depender más del exterior y somos menos capaces de valernos por nosotros mismos.
Por desgracia, no solo es un problema para las personas y los bienes materiales. Grandes perjudicados de la acumulación de nieve también lo son muchas especies de flora y fauna, y es que es muy habitual ver manadas, rebaños o grupos de animales tales como ciervos, corzos, jabalíes, lobos, zorros… en las carreteras junto a las cunetas, integrados con rebaños de ganado que gozan de alimento gracias al labor de su pastor e incluso por las calles de los pueblos en búsqueda de un refugio para evitar la muerte que les puede causar la falta de comida y su debilitamiento físico provocado por la difícil tarea de caminar en espesas capas de nieve.
Blanca nieve, entre el amor y el oido
La nieve es sin duda un elemento que desprende belleza en los paisajes que adorna, regala momentos de diversión haciendo posibles múltiples juegos y deportes y es necesaria para el desarrollo natural de muchas especies existentes en la tierra. No obstante, no hay que olvidar que cuando se excede en su presencia causa estragos y dificultades en el desarrollo rutinario del entorno en todos sus aspectos… Habrá quién desearía que nevara más días y en más cantidades, y quien prefiera ver la nieve solo por la televisión… y es que en este caso podemos considerar que nunca nieva a gusto de todos.
Agradecemos la visión y realización del articulo a Héctor Villarroel Elices, vivido desde su propia casa.
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